lunes, 10 de diciembre de 2012

De como en Granada dejó de sentirse una niña rara por hacer escalada.

A partir del Open de Buñol, a Lucía le gustó ese bichejo que le picó en vena por la competición y también le gustó el relacionarse con más gente con sus mismas inquietudes. Según ella "así no se sentía una niña rara por hacer escalada" de forma que una vez más nos metimos a navegar por internet en busca de competiciones de escalada infantiles para que se relacionara con más niñas y niños que también escalaran.

Por si alguien lo pregunta en la Comunidad Valenciana no pueden competir los niños hasta los 12 años y de hacerlo tendrían que competir en la misma categoría que los de hasta 16 años. Si alguien no me corrige, solo las federaciones andaluza, asturiana, madrileña, aragonesa, catalana y extremeña tienen competiciones para niños a partir de 5/6 años.

Por empezar por algún lado optamos por el Campeonato de escalada de dificultad de Andalucía que tuvo lugar en Ciudad deportiva de la Diputación de Granada en Armilla.


Fue realmente emocionante ver como en la competición vinieron chiquillas/os de Clubs de todas parte de Andalucía pero principalmente de Córdoba, Manilva, Sevilla, Chiclana y La Zubia.


Los nervios de la clasificatoria se disolvieron a base de jugar con el resto de niña/os en las diversas actividades que montó la organización, de forma que cuando le tocó subir lo hizo con toda tranquilidad recordando en todo momento que solo habíamos ido al campeonato de Granada con la intención de conocer más niñas/os que también escalaran como ella.





En la clasificatoria de su categoría, la de Promoción I quedo en primer lugar, con lo que cuando llegó la final se propuso solo llegar al top sin importarle el tiempo, solo pretendía llegar arriba del todo, y lo hizo con casi 30 segundos de diferencia con respecto a la siguiente niña.


Se lo pasó tan estupendamente con la organización que no fue consciente que había ganado hasta un par de horas más tarde, cuando ya nos íbamos hacia el parking.

Cena rápida, vuelta al hotel, y a intentar dormir a pesar de los nervios. Al día siguiente de vuelta a Valencia con una medalla colgada en su cuello.





miércoles, 11 de julio de 2012

De como en la estantería de su habitación aparece un nuevo objeto.

A través de Vents de Muntanya i Natura nos enteramos que el 19 de mayo de 2012 tendría lugar la Copa de España de Bloque en Pego y a Lucía le apetecía ir a verla como regalo para su cumpleaños. Podría haber pedido una Nancy como todas las niñas, pero Lucía es así.

Antes de ir hasta Pego le propuse ir a ver el Open de escalada Rock&Bloc 2012, competición que tendría lugar ese mismo fin de semana en Buñol, de forma que ese sábado Lucía cogió sus pies de gato por si podría trepar un rato y allá nos fuimos.

Aparcamos en el lugar que la organización habilitó para ello y después de caminar un rato hacia los bloques pasamos junto a la mesa de inscripción. Pasados unos 100 metros me pregunta porqué no les preguntamos a las chicas de la mesa si se puede apuntar a la competición y sin dejar de caminar empezamos a discutir que la federación valenciana no deja competir a menores de 12 años, ella que si, que no, que si, que no. Al final para hacerla callar nos damos la vuelta y retrocedemos unos 150 metros hasta la mesa.

- Hola, ¿se puede inscribir la niña en el Open?
- ¿Está federada?
- Si
- ¿hace mucho que lo está?
- desde el 2010.
- Ah, entonces bien.

Y vuelta al coche a por los pies de gato con el previsible comentario de Lucía.

- ¿Ves? Te lo dije, te lo dije, te lo dije…

15 minutos más tarde y 21.259 repeticiones del “te lo dije” Lucía llegaba a la zona de los bloques de Carcalín. Allí nos esperaba Marina que le indicó a Lucía con qué bloques podía probar y después de intentar una vía 6C en un bloque llamado "Chinaos" en la que se quedó a solo 50 centímetros de la salida, nos llevaron a otro bloque llamado "Piko Caballo" donde completó muy fácilmente dos vías de V y de IV+ llamados "El Pico" y "el Vaquilla" (lo de los nombres de las vías supongo que tendrán la explicación por la adicción que les crea a la escalada)

Si estábamos asombrados por la facilidad con la que había resuelto las dos anteriores vías aún nos asombró todavía más cuando Lucía nos indicó la posibilidad de probar la vía que había justo al lado y esta vez le costó un poco más pero al final la superó. Acababa de hacer su primer 6B+ con la vía "El torete". Nos partíamos de la risa cuando Lucía dijo que si no les había dado tiempo a hacer las fotos lo podría intentar de nuevo. Y va, y la volvió a subir, faltándole una semana para cumplir 8 años.

Después de comer se puso a lloviznar y como solo teníamos pensado quedarnos hasta mediodía no teníamos ropa impermeable nos volvimos al pueblo para llamar a casa y decir que nos quedábamos en Buñol a ver las finales en Molino Galán, que está junto al rocódromo del club organizador el Grupo de Escalada Tensa.

Ya por la tarde la sorpresa fue mayúscula cuando Lucía oyó por la megafonía que era una de las clasificadas a las semifinales. En realidad fue la única sub-16 clasificada al haber superado el número mínimo exigido de bloques.

Nervios, muchos, muchos nervios. Mientras Lucía se quedaba con las escaladoras absolutas estirando y calentando en el rocódromo, yo corría como un loco a la parte alta del pueblo donde habíamos aparcado mientras llamaba a casa por el móvil en busca de los pies de gato para que se los calzara de nuevo.

Ya de vuelta en Molino Galán, Lucía después de estirar y calentar prestaba atención a las explicaciones que le daba Roberto Palmer de cual era el funcionamiento de las finales mientras Marina Gómez y las demás chicas la llevaban entre algodones.

- Papá es imposible que pueda subir ahí. No llego ni a la primera presa.
- No te preocupes, ya has hecho más de lo habrías soñado. Tú sube hasta donde puedas, disfruta y pásatelo bien.

Por supuesto los bloques los habían instalado para los Sub-16 masculinos y las absolutas. Entre las absolutas, habían chicas de la talla de Teresa Troya, Sara Espinosa y Marina Gómez que luego en el podium quedarían por ese mismo orden.

Lucía luchó todo lo que pudo, pero de los 5 bloques en que consistía la semifinal, en tan solo uno pudo pasar de las 5 primeras presas de salida. Pero en ese uno disfruto y peleó como una poseída. Solo cuando le insistí en que bajara y a regañadientes se soltó, si de ella hubiera dependido todavía hoy estaría allí colgada.

Al final de la noche y entre un mar de lágrimas de su madre a causa de la emoción le entregaron un trofeo que Lucía guarda como si de una medalla de oro en los juegos olímpicos se tratara.

Realmente fue un fin de semana brutal que no olvidaremos jamás, pero ese día en Buñol a Lucía le picó en bicho de la competición.

... y desde entonces no para de rascarse.

Aquí se puede ver el vídeo que hicimos de ese día que como veréis está grabado con un móvil, pero eso creo que es lo de menos.

miércoles, 13 de junio de 2012

De como unas zapatillas con nombre gracioso le pegaron a la pared.


Encontrar esas zapatillas especiales que sirven para subirse por las paredes y que tienen un nombre muy gracioso para una niña, y de talla 24 no fue una tarea fácil.

Con el tiempo y buscando mucho, le compramos unos pies de gato talla 26 y con dos pares de calcetines por fin se en encaramó a una pared vertical con unos 30 cm de gomaespuma bajo sus pies.


A partir de ese momento ya no hubo forma de bajarla de las paredes.















De como dar la brasa para conseguir un sueño.


La brasa que nos dio a partir de ese día, ¿que porque no la dejábamos subir por todas partes? Fallo nuestro, en lugar de decirle una excusa banal o un rotundo y poco ejemplar, -porque no-, le dijimos la verdad. Que para escalar por los sitios se necesitaban unas zapatillas especiales, cuerdas, casco, arnés y que tenía que ser en sitios seguros. La respuesta no se hizo esperar, -¿cuando vamos? y ¿cuando me compráis las zapatillas esas? y ¿cuando vamos? y ¿cuando me compráis las zapatillas esas? y ¿cuando vamos? y ¿cuando me compráis las zapatillas esas? y ¿cuando vamos? y ¿cuando me compráis las zapatillas esas? y ¿cuando vamos? y ¿cuando me compráis las zapatillas esas? y……..........................….hasta que nos dimos por vencidos.

No es fácil recorrer Valencia intentando convencer a un tipo, que una niña de 3 años quiere iniciarse en la escalada en sus instalaciones, sin que pensaran que la llevábamos como su fuera a ir a un parque de bolas. Afortunadamente una amiga me comentó que había una tienda con material de montaña donde ella solía comprar y que tenía un boulder donde tal vez le podrían dejar.

Llegamos a Vents de Muntanya i Natura en la calle Actor Mora Nº 23 (aunque entonces estaba en el Nº 18) y allí con cara de asombro después de escuchar la historia y mirando una niña de no más de 1 metro de altura, Santa dijo lo que Lucía llevaba tiempo esperando oír, "vale"




martes, 12 de junio de 2012

De cuando el tema de la escalada se empezó a ponerse serio.


Lucía tendría unos 2 años cuando un día íbamos en bicicleta por el parque del cauce del río Turia. Cuando de repente Lucía, que estaba sentada en la sillita de detrás de su madre, se puso a gritar como una loca que quería ir a un parque para niños  que vió junto a las pistas de atletismo. Allí había un típico mini rocódromo infantil en forma triangular. Ya no le interesaba otra cosa mas que subir, bajar, subir, bajar, subir y bajar.





Cuando tenía 36 meses cuando una mañana de visita a un familiar en el parque de bomberos de Alicante, Lucía se quedó prendada de aquella pared altísima pintada de color azul, donde estaban pegadas aquellas  grandes "piedras" de colores como las del parque de Valencia pero a lo bestia. Fue su primer contacto con un rocódromo y como una gracia, se nos ocurrió dejar que se subiera a las primeras presas, con el tiempo justo para sujetarla cuando ya se nos escapaba de las manos en las alturas.


De como el jugar, siempre es más divertido si no se toca el suelo.


En la guardería las cuidadoras y el resto de madres y padres la recuerdan siempre subida a la valla de la puerta pasando de un lado a otro. Era su lugar favorito para jugar.


El caso es que siempre prefirió el estar subida en algún sitio, de ahí el título del Blog "Lucía bájate de ahí". Desde entonces es imposible que no repitamos esa ya tan odiada frase unas 15 veces a lo largo del día. Pero subirse por todas partes es lo que más le gusta, que le vamos a hacer.



26 de febrero de 2006
Vestida de patito para el carnaval
en la puerta de la Guardería Lápices



De como empezó esto de subirse por las paredes.

Podríamos empezar diciendo, que Lucía antes de salir fuera del vientre materno no paraba de moverse arriba y abajo, pero claro, eso no quiere decir nada.

El tema de subirse por las paredes comenzó a los 6 meses, y cada vez que lo recuerdo lamento no haberlo fotografiado. Una tarde nos la encontramos de pié en el parque/cuna donde la solíamos dejar jugando, desafiando ya la ley de la gravedad, con las piernas temblando y firmemente agarrada con sus deditos a la red ahí estaba ella de pie cuando en teoría (y solo en teoría) con ese tiempo no pasan de mantener el equilibrio sentados sin nada más que les sujete.


Lo de su amor por las alturas suponemos (porque no le damos otra explicación) que es porque siempre prefirió ir a caballito sobre nuestros hombros mirando el mundo desde arriba, que a ir en el carro. La bolsa esa que compramos que nos costó una pasta enorme para llevar a la peque contra el pecho, apenas la gastamos un par de veces, y para moverse por ahí habían dos opciones, a caballito o bronca.


A los 8 meses ya empezaba a caminar y pese a por consejo de la pediatra intentar retrasar en lo posible el que no caminara tan pronto, hubo un momento en el que ya nos fue imposible evitarlo, llegaba antes a los sitios caminando que gateando. Tenía 10 meses y se recorría la casa por todas partes.


20 de febrero de 2005
con toda la casa llena de protecciones


A los 15 meses ya era capaz de subir al sofá sin ayuda.

17 de julio de 2005 en una casa rural de Ares del Maestre